- Acercarse a Villanueva de Córdoba es como navegar sobre un plácido mar de encinas. El horizonte se ondula bajo los campos cercados con paredes de granito que evocan su alma berroqueña. De pronto, al ascender una ola de este peculiar mar interior, una nave blanca se vislumbra en el horizonte: Villanueva de Córdoba.
- El tiempo discurre de otro modo paseando por sus calles entre sus portadas de granito; parece detenerse deambulando por sus dehesas y olivares ecológicos, parangón de la convivencia entre hombre y medio; se olvida al paladear el exquisito jamón ibérico de bellota, cuya sede de la Denominación de Origen Jamón de los Pedroches está en Villanueva de Córdoba... Tierra hospitalaria, con innovadores complejos de turismo rural, con mucho que ofrecer a quienes la visiten, Villanueva de Córdoba tiene el encanto de lo auténtico.
- Para disfrutar e interpretar nuestro paisaje natural, se está trabajando para la apertura del Centro de Interpretación de la Dehesa.
- No hay mayor placer que poder pasear por nuestra dehesa, o degustar un delicioso jamón, ya sea en casa o divirtiéndose con los amigos del Día del Jamón Ibérico de Bellota, o comer un delicioso plato en cualquiera de los restaurantes de Villanueva de Córdoba.
- Y que decir de nuestras tradiciones, la Semana Santa, respetuosa y callada, llena de sentimientos, las Cruces de Mayo, exaltación de la vista y el olfato, con esas majestuosas macetas que voluptuosas reciben la primera, la romería de la Virgen de Luna, estallido de sonidos y alegría y así un sin fin de fiestas, de costumbres ancestrales como la matanza, ritual doméstico que se abría a la familia y al vecindario y que en Villanueva recordamos todos los meses de febrero.
- El encanto de Villanueva de Córdoba se desprende de su granito gris, persistente en fachadas, pavimentos, fuentes y cruces; esas cruces que marcan el inicio de antiguos caminos. Así que el pueblo mantiene un intenso color gris, en armoniosa conjunción con el blanco de la cal, el desvaído rojizo de los tejados y el verde que pinta la vegetación en plazas y jardines.
- Cualquier calle de Villanueva brinda al viajero observador innumerables lecturas de granito sobre las fachadas de las casas. Las hay antiguas y menestrales, con sus huecos recercados por granito ya amarillento, como en los pueblos más humildes; las hay también recientes, cuyo pulcro granito gris inventa nuevos lenguajes, a caballo entre la tradición y la renovación; y las hay suntuosas, donde el granito tiene delirios de mármol y dibuja arcos, ménsulas y volutas como si renegase de su modesto origen.
- Pero además de la belleza sutil y seductora que flota en toda su arquitectura, Villanueva ofrece en la céntrica Plaza de España, corazón de su plano estrellado, el supremo espacio del encanto, debajo de la cual se encuentra, ya recuperado, el mayor refugio conservado de toda la provincia de Córdoba.
- Puede el viajero tomar asiento en los poyos de la plataforma que se extiende en el costado de la iglesia, o bien apostarse tras la portada de la antigua "posá" de la Tía María, arco de medio punto con dovelas y arrabá decorado con bolas, que se encuentra frente a la puerta principal de entrada a la iglesia, para apreciar y desgranar las bellezas que la plaza contempla.
- La primera y principal, la Iglesia de San Miguel, cuya imponente torre fachada es como la proa de un buque de granito fondeando en este mar de tranquilidad.
- Se asoman al perímetro de la plaza nuestro más emblemáticos edificios, entre ellos el antiguo pósito, adaptado como casa consistorial y la antigua la Audiencia, severa construcción de granito erigida en el siglo XVII que los especialistas consideran el mejor edificio civil de la villa.
- Ruta del Granito: Esta visita guiada discurre por el antiguo camino que unía Pedroche con Córdoba a su paso por nuestra localidad en los siglos XV y XVI, dando origen al núcleo poblacional de Villanueva de Córdoba en esta época. En torno a este camino centenario se elevan los edificios civiles y religiosos más emblemáticos de la villa, entre los que destacan la Iglesia Parroquial de San Miguel, la Iglesia Parroquial de San Sebastián, la antigua Audiencia, el actual Ayuntamiento, el Convento de Cristo rey, el Convento de las Obreras o las casas señoriales del casco urbano, donde el granito, abundante en nuestra tierra, da lugar a una arquitectura arquitrabada de gran solidez, que ofrece una estética de gran belleza. Durante esta ruta se pueden contemplar todas las piezas del Museo de Historia Local, finalizando con la visita a una de las principales jamoneras de la localidad.
- Esta visita cultural se complementa con la gastronomía de Villanueva de Córdoba, para deleite del paladar de los que nos visitan. Para poder llevar a cabo esta ruta, que está destinad a grupos, hay que concertar la visita con la Oficina de Turismo.
- Ruta de los lavaderos: A principios del siglo XX, ante la dificultad que suponía la no existencia de agua corriente en las casas de Villanueva de Córdoba, se construyeron una serie de lavaderos públicos en las afueras del pueblo.
- En la actualidad tres de estos lavaderos han sido restaurados y configuran la "Ruta de los lavaderos", estos son: La Fuente del Caño, El Gusanito y el Regajito.
- El termino de Villanueva de Córdoba está surcado por cientos de kilómetros de vías pecuarias y caminos públicos que permiten acceder a su entorno histórico y natural.
- Algunos de estos caminos están cargados de historia, como antiguas vías romanas o el camino califal de Córdoba a Toledo o el camino del Armillat.
Si quieres ver fotografías de la ruta de los lavaderos pincha aquí.